Ah Puch, el Dios de la Muerte

Ah Puch, el Dios de la Muerte

También conocido como Ah Cimih, Kizin (El apestoso), Hun Ahau y Yum-Kimil, es el dios y rey del inframundo, Xibalbá. Se le describe como un esqueleto o cadáver con cabeza de jaguar (también puede ser de búho) adornado con campanas. Tiene cabeza de calavera, muestra las costillas y tiene proyecciones de su columna vertebral, en caso de que su representación tenga algo de carne en su cuerpo, esta se verá con manchas negras, dando a entender que está putrefacta y descompuesta. 

Si hablamos de Ah Puch, estamos hablando de una deidad de primera clase, pues es el jefe de los demonios, rey del más bajo de los nueve mundos subterráneos de los mayas, quienes creían que Ah Puch, el Dios de la Muerte, merodeaba por las casas de los enfermos en busca de su presa

Los accesorios de este son sus ornamentos con forma de cascabel, los cuales a veces aparecen atados a sus cabellos o fajas las cuales ciñen sus piernas y antebrazos. Estos cascabeles de tamaños que van defiriendo unos de otros, están hechos mayormente de cobre, pero también se pueden encontrar algunos hechos de oro. 

Ah Puch es visto como una deidad malévola, pues su figura está asociada con el Diso de la Guerra. Sus constantes compañeros son la lechuza, el ave Moán y el perro, quienes eran considerados animales de mal augurio y de muerte. A este Dios también se le conoce bajo el nombre de el Señor del noveno infierno o el Destructor de mundos.

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Buluc Chabtan, el Dios de la Guerra

Buluc Chabtan, el Dios de la Guerra

Este Dios representaba la destrucción, la guerra y los sacrificios humanos, se le atribuyó el número 11, pues a veces se le encontraba este jeroglífico encima de su cabeza, también se le conocía como el Dios "F".

Su signo era el manik (el manik tiene un significado lingüístico desconocido, pero ensayando la semántica de este símbolo, se llega a la conclusión de que simboliza el sacrificio de una vida a una divinidad), estaba representado con una línea gruesa alrededor de los ojos, se le veía en compañía del Dios de la muerte (Ah Puch) a la hora de practicar el incendio de las casas de sus enemigos usando antorchas, con el fin de asarlos vivos. 

Buluc Chabtan se encargaba de atravesar a sus enemigos con su lanza para asegurar la muerte definitiva de estos. La unión entre Buluc Chabtan y Ah Puch simbolizaba la tradición de los sacrificios de los prisioneros de guerra. 

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Buluc Chabtan era la encaranción de la guerra, de la muerte violenta y de los sacrificios humanos y algunos de sus compañeros de armas eran Pakok Exchun Kak y Pakat Ku Ka, quienes lo ayudaban a reconocer las posiciones de los enemigos y a difundir rabia para decidir el resultado de todas las batallas en las que participaron.

Chac Bolay, el Dios jaguar

Chac Bolay, el Dios jaguar

Chac Bolay era la encarnación del jaguar, uno de los animales más importantes de la civilización maya, por lo que simbolizaba fuerza y poder. Chac Bolay también era quien representaba el paso del Sol por el inframunndo. 

Se relacionaba con el Dios de la muerte (Yum Cimil). Los mayas afirmaban que el Dios del Sol se convertía en jaguar y viajaba por la oscuridad en el mundo de los muertos, además de acurdo a los mayas, él era el patrón del día, conocido como Akbal, por este motivo es que Chac Bolay tiene relación tanto con el Sol como con el inframundo.

Chac Bolay se caracterizaba por tener el cuerpo cubierto de manchas, pues estas representaban las estrellas, tenía una cabeza de jaguar, los incisivos hacia afuera y con un mechón de pelo de medio lado.

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Dentro de la cultura maya, el jaguar era un felino que representaba las cosas que estaban en el espacio cósmico, además simbolizaba la fertilidad y la vida. La importancia del jaguar era tan grande para los mayas que muchas estructuras precolombinas se referían a éste. Se dice que el jaguar dominaba las fuerzas cósmicas del día y la noche, por lo que era un ser nocturno y crepuscular, como también era considerado un símbolo único y sagrado, debido a que muchas deidades adquirieron varias de sus cualidades.





                                 

Bolon Dzacab, el Dios del fuego

Bolon Dzacab, el Dios del fuego

Bolon Dzacab era la representación de poder en la civilización maya, por este motivo, los altos mandos de la civilización utilizaban ciertas partes de su vestimenta. Él también era la representación de la fertilidad, de la vitalidad, en especial de la tierra. Representa la sangre del autosacrificio que se entregaba a los dioses.

En los códices aparece con una nariz alargada, ornamentada o, en ocasiones, también podía aparecer bifurcada. Tiene un colmillo enrollado en la comisura de de la boca y la línea curva debajo del ojo, el cual es cuadricular, grande y con su pupila en forma de espiral

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Se dice que esta deidad estaba asociada con el linaje real además, en el período clásico clásico era una deidad de suma importancia para la aristocracia. Los arqueólogos asignaron a este Dios la letra "K" por lo que en la mayoría de documentos se le puede encontrar como "Dios K".

También representa la sangre del autosacrificio que se realizaban a los dioses, se dice que era vinculado con el este, el rumbo por donde nace el Sol.

Bolon Dzacab también puede ir por el nombre de K´awiil en algunos documentos.

Kinich Ahau, el Dios del Sol

Kinich Ahau, el Dios del Sol

También es representado como el patrono de la música y la poesía. Kinich Ahau también es el dios de la guerra y soberano de todos los otros dioses

 Se le vincula tamién con Kinich Kakmó, Dios del panteón maya, quién se decía que descendía junto al ardor del medio día para purificar o limpiar las ofrendas o sacrificios que se presentaban para el panteón maya, usando su forma de guacamaya para transportar las ofrendas.

Este Dios también era visto como un temerario, puesto que este se relaciona directamente con la sequía, causando así la pérdida de las diferentes cosechas de la época, pero, en la cultura maya el sol también daba paso a otras creaciones por lo que, las personas se inclinaban más a adorarle, aún así también era temido por la gente.

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Debido a que Kinich Ahau era un ser de guerra, era idolatrado con sacrificios de sangre y danzas antes de empezar alguna batalla, buscando con estos su protección, poder y principalmente la bendición de éste.

Kinich Ahau también es el creador del tiempo y espacio, controlador de la flora y la fauna. Se dice que cada vez que salía del inframundo Kinich Ahau se convertía en bondad, vida y luz, pero que, cuando regresaba nuevamente al inframundo, al caer la noche, se convertía en un jaguar.

Ixchel, la Diosa de la Luna

Ixchel, la Diosa de la Luna

Ixchel es conocida como la Diosa del amor, del agua, de la gestación, de la Luna, de los trabajos textiles y de la medicina. Es la esposa del Dios del Sol, Kinich Ahau. Debido a la visión que se tenía de caracter femienino con la Luna, Ixchel era venerada como la diosa de esta. Era normal que representara la fertilidad que era ligada con la tierra, debido que, los ciclos de la Luna rigen las épocas de siembra y cosecha. También era relacionada con la lluvia y con Chaac por el mismo concepto.

Según las leyendas e historias, se dice que Ixchel era tan bella que cautivaba a todos los hombres que la miraban, debido a que era la única luz que miraban, la Luna, también se dice que un día, un guerrero como todos los demás, vió a Ixchel y se enamoró de ella, por lo que este estuvo tratando de conquistarla durante un tiempo hasta que Ixchel se cansó de él y pidió que lo mataran, pasó casi un mes hasta que por fin lo mataron y esto llegó a oídos de de Oxala, el Dios que castiga, los hombres le pidieron a Oxala que castigara a Ixchel debido a que vieron la maldad que esta tenía dentro.

Luego de que castigaran a Ixchel, ésta llevaba un cántaro de agua que tenía que vaciar hasta llenar los mares de la Tierra, debido a que ahora su piel ya no brllaba el mundo se rodeó de oscuridad hasta que apareció Mana de nuevo, se dice que un día Mana (el guerrero que se enamoró de ella) resurgió como un ser brillante y que la vió llorando, entonces le preguntó el por qué de sus llantos, Ixchel le explicó lo que le había hecho ella a él y lo que los hombres le habían hecho a ella, por lo que Mana le respondió que cuando el se enamoró de ella no fue por su apariencia, sino por su fuerza, inteligencia y otros factores que ella tenía.

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Luego de esas palabras, Ixchel se juntaba con Mana 27 días hasta que nacieron los días y los meses, Mana en ese entonces ya era el Dios del Sol y tanto Ixchel como Mana se comprometieron.

Ah Mun, el Dios del maíz

Ah Mun, el Dios del maíz

Ah Mun fue visto como el Dios del maíz en la civilización maya, también se le conoce como Yum    K´aak, Yum  Uil o Yum Kax. Ah Mun está posicionado en el tercer lugar en el orden de los códices mayas. Su apariencia está representada como alguien de hermoso rostro, joven, portador de una gran cabellera y que en sus manos tiene maíz en conjunto con sus hojas (el maíz también puede estar posicionado en su cabeza). Debido a que el maíz era una de las fuentes principales para la economía maya, Ah Mun fue vastamente difundido en la época Clásica, algunos gobernantes decidieron personificar a este Dios para ceremonias de fertilidad en la tierra.

 Ah Mun está representado de dos formas, la representación con el maíz en sus manos (la cual expliqué anteriormente) y la forma tonsurada, la cual explicaré a continuación, la versión tonsurada de Ah Mun es más como un espíritu de vegetación de una dimensión, cumpliendo más funciones que su otra versión. Dentro de su contexto ritual, la versión tonsurada suele llevar una camisa de jade con forma de red y un cinturón con forma de Spondylus (un tipo de molusco), cubriéndole los hombros. 

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Ah Mun también era el patrono de las labranzas, en conjunto con el maíz, tenía muchos enemigos y por su juventud, debía recurrir a la ayuda de otras deidades, especialmente de Chaac (el Dios de la lluvia). Se dice que su mayor aliado era el hombre, quien con sus rituales atraía a la lluvia para regar los granos de maíz, ahuyentándolos así de las malas hierbas y plagas. Se le considera un Dios benevolente, que da vida, prosperidad y abundancia. En algunas locaciones se le consideró hijo de Kinich Ahau e Ixchel.